miércoles, 5 de febrero de 2014

"Mi vecino Totoro" Una película creada por niños de Infantil.



El pasado viernes, 31 de enero, comenzamos con las charlas de los profesionales, los cuales tienen el objetivo de contarnos y compartir con nosotros sus experiencias con los niños y las TICs. Para ello, nos visitó María Herrador, profesora de una de las 25 Eskola Txikia de Gipuzkoa, es decir, Zubieta.


Para comenzar, nos contó su trayectoria como alumna y su carrera profesional. Nos explicó,en sus estudios le transmitieron como metodología ideal la Constructivista, pero en sus primeros años de docencia, cuando recorrió diferentes escuelas haciendo sustituciones, se dio cuenta de que tal práctica no se llevaba a cabo en casi todos los casos (menos en Zarautz con una metodología basada en proyecto, Zizurkil siendo una comunidad de aprendizaje, por ejemplo). Estas experiencias y sobre todo la que tuvo en Aduna, una de las Eskola Txikia de Gipuzkoa, le hicieron darse cuenta de que lo que ella realmente creía y apoyaba era la metodología que se llevaba a cabo en las Eskola Txikia, por lo que su interés hacia ella aumentó. Por lo tanto, estar en la escuela de Zubieta es muy gratificante para ella.


Los profesores que entran por primera vez en este tipo de escuelas donde los ratios son muy pequeños, los alumnos de diferentes edades comparten aula, el equipo de profesores es muy reducido (5 en el caso de María) etc, reciben asesoramiento por parte del Berritzegune para aprender el funcionamiento de estos centros. María nos mencionó que la formación recibida por Elena Laiz fue muy importante para ella.
En Zubieta, al trabajar por proyectos, María aprovechó para realizar un proyecto llamado “Taller de cine en Educación Infantil”. Para ello, recibieron asesoramiento del Berritzegune y formación por parte de expertos, tratando con ellos preguntas como: ¿qué material audiovisual deberíamos utilizar?, ¿hasta qué punto serán los alumnos de infantil capaces de utilizar las TICs?, ¿qué pautas deberíamos marcar?, etc.


Al principio, después de decidir llevar a cabo el proyecto, no sabían realmente cómo iba a transcurrir, ni como lo organizarían de tal forma que tuviese un resultado positivo. A pesar del miedo a fracasar y a no saber cómo hacerlo, decidieron tirarse a la piscina e iniciar el proyecto.


Así, María comenzó con este proyecto con 15 niños de 2-3 años. Para ello, organizaron el proyecto mediante unas pautas a seguir. La metodología fue basada mediante asambleas, estas asambleas las organizaban los niños, y fueron necesarias durante todo el proceso para tomar y discutir decisiones y mejoras.

Para empezar la creación de la película, el primer paso fue elegir una película en la que basarse. La pelicula de animacion japonesa ¨Mi vecino Totoro” narra la historia de un espíritu del bosque al que llaman Totoro. Los niños se engancharon de tal forma que la profesora vio claramente que esa tenía que ser la elegida. El siguiente paso fue reunirse en el claustro para establecer una organización y ahí decidieron las pautas metodológicas que iban a seguir durante el proyecto.



Durante el proceso, como bien nos explicó María, tuvieron momentos de no saber muy bien cómo continuar con el trabajo y para poder seguir, acudieron a expertos para crear los movimientos de los personajes entre otras cosas. Los expertos les propusieron crear la película mediante fotografías, y no videos porque, de esta manera, la participación de los niños sería mayor y sería más sencillo crear la película.


Después de esta decisión, tenían que empezar a pensar cuáles iban a ser los personajes, qué iba a hacer cada uno, el fondo que pondrían en cada escena y cómo iban a crear todo eso, es decir, cuál sería la historia y cómo la representarían. Una vez creada y grabada cada secuencia, la revisaban primero en el ordenador y después con el proyector para corregir posibles fallos. María nos contó que se sorprendió con la participación de los alumnos: estaban entusiasmados con la película y tenían más autonomía de lo que ella creía para hacer muchas cosas (sacar fotografías, hacer los escenarios, los fondos y los personajes, la creatividad que tuvieron para crear la historia etc). Además, pudieron contar con la colaboración de los padres para hacer los montajes, grabar sonidos etc, quedando el colegio muy satisfecho con su involucración.

Al final de grabar y montar todas las secuencias, se dieron cuenta de que la película carecía de sonido y narración. Por lo tanto, decidieron mediante la asamblea grabar una pequeña frase en cada escena para poder seguir la historia y añadir música elegida por ellos. Para darle más realismo a una de las escenas, decidieron añadir onomatopeyas (subir escaleras) creadas por ellos mismos.


Cuando terminaron el proyecto, el cual duró unos seis meses, decidieron que después de todo el trabajo que habían hecho sería bonito que se expusiera el trabajo final. Para ello, organizaron una sesión de cine para los padres, alumnos y profesores. En el estreno, ambientaron el hall del colegio como si fuera una sala de cine: pusieron sillas numeradas, una alfombra roja y carteles. Además, los espectadores acuedieron vestidos de gala, les sacaron fotos en el fotocol y cada uno tenía su propia entrada (hechas por los niños).


Según María, fue una experiencia muy enriquecedora y bonita. Los niños aprendieron muchas cosas, y lo que es más importante, lo hicieron de una manera práctica haciendo ellos mismos las cosas. En nuestra opinión, es un proyecto complicado pero, a su vez, muy completo, viable y original, por lo tanto, como profesoras lo pondríamos en práctica.





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